6.- A tí, mi dulce Carla, princesa mia, mi bebé grande..
Cuantas veces soñé contigo, con tu cara, tu pelo, tus ojos, tu boca, tu olor....
Y el nombre que escogimos para ti y su significado no puede describirte mejor, Carla a la que le encanta la calma, la soledad y aprovechar ese tiempo para aprender cosas nuevas. Independiente, no se la puede agobiar y necesita espacio para ella misma muy de vez en cuando. Mujer de buenos modales, de aire muy distinguido. Su hambre de conocimiento es insaciable y por ello le encanta estar todo el día aprendiendo, aunque para concentrarse suele tener problemas y necesita un ambiente muy tranquilo en el que no haya ninguna distracción.
Y jamás los sueños superaron la realidad. Sentirte en mi vientre, tus patadas, el latido de tu corazón.... me hacía feliz.
Fruto del deseo, del amor más intenso que jamás haya imaginado. No fue casualidad. Nada en ti nunca lo fue. Te transmití cada uno de los días que vivimos unidas por el amor. Mis nervios, mis inquietudes, mis buenos y malos momentos. Aun hoy veo en ti todo eso.
Todo en ti me recuerda que ya antes de nacer habías vivido mucho, que eras capaz de ver a través de mi piel, de sentir lo que yo sentía y de vivir lo que yo vivía.
Tenerte en mis brazos por primera vez me hizo sentirme plena, lloré de alegría. Pura felicidad me invadía. Te quería. Tu piel reflejaba el duro golpe que es nacer. En ese momento supe que jamás ya nadie nos separaría. Que el vínculo que nos unía era demasiado fuerte como para romperse.
Nuestro amor iba creciendo, y tú cada día mostrabas tus cualidades. Bajo esa mirada despierta, atenta a todo, se escondía esa preocupación por todo. No había gesto, palabra o sentimiento que pasara desapercibido ante ti. Nos cuidabas.
Si tuviera que resaltar algo sobre ti, seria esto, tu gran capacidad sensorial, ello se ha demostrado hasta ahora en tus aptitudes. Tener todos los sentidos alerta hace que amplíes tu receptividad del mundo. Tu extrema agudeza explica tu vertiente más afectiva. Provocando una alta sensibilidad emocional.
Ya antes del duro golpe que vivimos, experimentaste lo que es tener a papá en el hospital. En tu cumpleaños. Con tres añitos ya le deseabas que se recuperara pronto. Ya viviste sus primeras ausencias.
Atenta a cualquier cambio, buscabas en nosotros señales para entender, para buscar respuesta a tus dudas. Imposible mentirte. Tu cabeza siempre iba más allá. Siempre sorprendiendo tu capacidad de ponerte en la piel del otro. De sentir hasta el más mínimo detalle.
Decidida, con objetivos claros, y sobretodo llevados a cabo. No hemos ignorado nada con tal de cumplir tus sueños. El canto, el baile, la música. Supimos papá y yo que la música debía estar en vuestra educación, pero no pensé que fuera tan fuerte. Sabemos que ahí has encontrado un refugio donde calmar tu mente. Y nos sentimos felices de haberte dado esa oportunidad.
Tienes un gran talento y haremos lo imposible para ayudarte a llegar donde tu quieras. Sois nuestra prioridad. Un hijo siempre lo es.
Supe desde el principio que ibas a ser una gran fuente de energía tanto para nosotros como para tu hermana. Sentía que habías nacido con más de una misión en esta vida. Y que serias de gran ayuda, sobretodo para papá.
He sido consciente en todo momento, que papá iba a necesitar más que mi protección, y me reconfortaba saber que en ti iba a tener un apoyo incondicional. Jamás estaría solo. Tu no lo permitirías. Y sobretodo si algún día las palabras fallaban, tu serias capaz de leer en lo más profundo de nuestros corazones.
Solo puedo más que agradecer, que estés con nosotros, que la vida me haya dado la oportunidad de crear a alguien con ese aura tan especial. Que seas un gran soporte para papá. Que nos acompañes en este largo camino que es la vida, siempre inundándonos de alegría, felicidad y amor.
No cambies, se feliz, no sufras, siempre tendrás nuestro hombro donde apoyarte. Y jamás olvidaremos lo importante que has sido en el golpe más duro que hemos vivido. Y lo siento, siento que tuvieras que crecer tan rápido, que asumieras esa responsabilidad, pero a cambio te digo gracias, por todo.
Y aunque hablo por papá, debes saber que gracias a vosotras el siguió luchando, os debe la vida. La que un día el os dio, y ahora vosotras se la habéis devuelto.
Mi dulce Carla...
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