19.- Poli bueno, poli malo, dos caras en una sola moneda

A veces cuesta decir las cosas y que se entiendan o al menos que se reciban con el sentido que quieres darles.  O quizás pienso demasiado en cómo decirlo de la mejor forma y aún así no siempre se acierta.

Intento todos los días mantener el equilibrio entre educar, enseñar y a la vez disfrutar.  Siento que mi papel es muy complicado, ya que si enseño o corrijo, la diversión queda a un lado, sin dejarme suficiente espacio para el disfrute de los buenos momentos.

En numerosas ocasiones me propongo no ver más allá, y me prometo a mi misma no ser tan perfeccionista o no tener esa capacidad de verlo todo , pero es mi forma de ser. No puedo evitar decir lo que es correcto, lo que es mejor. Y con ello siempre no llueve a gusto de todos.

Es cierto que antes compartíamos más el papel de poli "bueno" y "malo", y ahora son más las ocasiones que yo debo asumir el de "malo". Pero no por ello me he vuelto más severa o quisquillosa, simplemente es necesario.

Y de repente, un día, me encuentro con la sensación de que necesito reírme, divertirme, necesito compartir la presión, necesito que se entienda que no me gusta decidirlo todo, que me encantaría ser sorprendida por algo. Sentirme comprendida, arropada....

Afortunadamente, no siempre es así, pero hay circunstancias en que se hace más cuesta arriba. Tampoco culpo a nadie. Es la coyuntura que hace que los momentos duros sean particularmente más difíciles. Que sientas que te falta el aire, sin que ello te ahogue.

Sé, ya por experiencia, que estas situaciones van pasando y de nuevo vienen tiempos más tranquilos, menos estresados y más placenteros. Ello me hace reflexionar, respirar y esperar que estos vengan pronto.

Cuando estoy en esa época de reflexión, lo único que me importa es saber que lo hago todo por ellas, para que estén bien, para que crezcan con los verdaderos valores, de respeto y amor.

Sé que pasado un tiempo lo entenderán, y valoraran todo el esfuerzo que hay en el día a día y toda la dedicación que ello supone. Que todo ha sido respondiendo a un "por qué" y que la base siempre ha sido el amor.

Y entonces sentiré que todo ha valido la pena. Que no ha sido tiempo perdido. Que los frutos ya se han recogido. Que estamos preparados para seguir andando por este largo camino.

Los días no siempre son soleados, tampoco lo son nublados. Por más tapados que parezcan hay siempre una luz que atraviesa la espesa nube. Esa ligera luz, es la que nos hace seguir siendo fuertes. La que nos permite avanzar sin decaer un solo segundo.

Y no me siento sola en este camino, sé que siempre tengo quien me acompaña, los tengo a ellos, a vosotros, a todos los que día a día compartís una parte de mí trayecto.

Y a mis princesas deciros, para cuando lo leáis, que mami os adora por encima de todo, que detesto el mal humor aunque a veces haya estado presente, que prefiero las risas a los llantos, que añora los buenos momentos cuando los malos acechan. Que ojalá todo fuera más fácil. Que siempre estáis presente en cada decisión que tomo y que siento si alguna vez os ha hecho sentiros mal. Que sois mi vida. Mi razón. Mi lucha. Que no estáis ni estaréis solas. Que por más que crezcáis os abrazaré y os diré que os quiero. Por que es muy bonito decirlo, compartirlo, pero más bonito es sentirlo. Como lo siento yo ahora.

Os quiero enormemente. Mami.





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